Disfruté de un delicioso desayuno variado y casero. También, el patio lleno de jazmín era el lugar perfecto para relajarse. Sin dudas, regresaría.

Recomiendo para familia buscando tranquilidad

La atención del personal fue excepcional, siempre con una sonrisa y dispuestos a ayudar. Me sorprendió lo bien cuidado que estaba todo, la limpieza era impecable y las bicicletas disponibles hicieron que disfrutar de la ciudad fuese mucho más fácil y divertido.

No fue barato, pero valió la pena.

La posada tiene un hermoso patio interior que nos encantó.

El servicio dejó mucho que desear. La habitación tenía una ventana muy pequeña y todos nos sentimos un poco agobiados. Además, el desayuno no se ajustó a nuestras expectativas, ya que la calidad de los productos podría mejorar, prefiriendo frescura a la cantidad.

La habitación estaba muy bien calefaccionada, lo que me encantó porque hacía frío afuera. Tenían un desayuno excelente, lleno de cosas ricas. La decoración también era acogedora. Lo que no me gustó fue que había un leve olor a humedad, pero no fue tan molesto. En general, me sentí cómodo y a gusto durante mi estancia.

Qué delicia de experiencias culinarias en Colonia! A solo unos pasos, descubrí el Gibellini, donde los productos sicilianos son un verdadero manjar. Además, la posada tiene un patio interior encantador y el desayuno es una fiesta de sabores caseros. ¡No te olvides de las bicicletas gratis para recorrer la ciudad!

Pero ojo, la recepción no habla mucho inglés y siempre parece estar apurada. La llave que debes cargar es un poco molesta y las sillas metálicas en las áreas comunes necesitan cojines. Lo de los mosquitos en la terraza, una pena, pero ¡la habitación era muy cómoda!

Disfruté mucho de las bicicletas gratuitas para explorar la ciudad a tu ritmo. También, pidan recomendaciones a la recepción para cenar, son excelentes.